2017 MARZO ALCAZAR DE SAN JUAN (CIUDAD REAL)


Durante el medievo, tanto árabe como cristiano, época en la que pasó a denominarse Al-Kassar a Alcázar y en la que se levantan algunos de los edificios más representativos de la ciudad como el conocido como Torreón de El Gran Prior o la Iglesia de Santa María
(ambos del s.XIII), todo ello bajo el amparo de la Orden Militar de los Hospitalarios de San Juan que gobernó en estas tierras desde entonces y hasta el siglo XVIII.

Los siglos XVI y XVII fueron también muy importante para la ciudad: crecimiento de la población, bonanza económica de la agricultura, la consolidación de la industria de la pólvora… Este momento quedó reflejado en la expansión del núcleo urbano y la construcción de numerosas iglesias y conventos que hoy en día se pueden visitar: 

Convento de Santa Clara, Iglesia de San Francisco, Santa Quiteria, Santísima Trinidad…

Esta época dorada alcazareña está vinculada al mundo cervantino. En la Parroquia de Santa María se guarda una partida de bautismo de 9 de noviembre de 1558 de Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra.


Es de destacar, por su carácter cervantino, los Molinos de Viento en el Cerro de San Antón (s. XVIII), donde se realizan moliendas tradicionales, y el Museo Casa del Hidalgo que acoge una importante colección de piezas originales del siglo XVI y XVII y que permite interpretar la vida de los hidalgos manchegos. 


La llegada del Ferrocarril (1854) y el desarrollo de la producción de uva y vino supondrán un factor determinante en la configuración de la ciudad como un núcleo de referencia para toda la comarca. Esta época de bonanza y desarrollo quedará reflejada en la redefinición del urbanismo,
rediseño calle Emilio Castelar, y la construcción de singulares edificios como la estación de ferrocarril, el actual Ayuntamiento o las llamadas “casas modernistas”.

Alcázar de San Juan, Corazón de la Mancha,
un lugar de emociones.

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